Reseña histórica
Los cocos se asociaron por primera vez a enfermedades humanas cuando fueron observados
en materiales purulentos provenientes de abscesos humanos. En 1880 el cirujano escocés
Sir Alexander Ogston demostró que cocos agrupados en forma de racimo eran la causa
de ciertos abscesos piógenos en humanos. Louis Pasteur arribó a una conclusión similar al
mismo tiempo, pero en París. En el año 1882, Ogston llamo a estos cocos “Staphylococcus”,
derivando el nombre de los términos griegos staphile (racimo de uvas) y kokkus (frutilla).
Morfológicamente, Ogston propuso este término de manera de poder diferenciarlos de los
estreptococos, formadores de cadenas. Ogston demostró que la inyección a ratones de pus
conteniendo estos cocos producía los mismos síntomas observados en el humano. También
observó que si calentaba el pus y lo trataba con fenol, la enfermedad se prevenía.
Introducción
Staphylococcus aureus se destaca como un importante patógeno humano, produce infecciones
tanto en la comunidad como a nivel hospitalario. En la comunidad, las infecciones por S. aureus
son a menudo agudas, piogénicas y superficiales, aunque también puede producir, con menor
frecuencia, infecciones profundas como osteomielitis, neumonía y endocarditis aguda. A nivel
nosocomial S. aureus es un importante agente de infecciones de herida quirúrgica, de prótesis
y otras. También S. aureus es causa de una serie de infecciones producidas por toxinas como
el síndrome del shock tóxico, la intoxicación alimentaria y el síndrome de piel escaldada.
Staphylococcus epidermidis es integrante de la flora normal de piel pero produce infecciones
crecientes de piel y anexos, colonizando cuerpos extraños y también es causa de infecciones
profundas en huéspedes inmunocomprometidos.
Staphylococcus saprophyticus es causa de infección urinaria baja en la mujer joven.
Taxonomía
Los miembros del género Staphylococcus y Micrococcus son catalasa positivos y hasta hace poco
formaban parte de la familia Micrococacceae junto a los géneros Planococcus y Stomacoccus.
Estudios genéticos han demostrado que Staphylococcus y Micrococcus no están relacionados. Tentativamente el género Staphylococcus se colocó dentro de la familia Bacillaceae junto a
otros géneros, Bacillus, Gamella, Listeria, Planococcus, etc.
Los estafilococos son cocos Gram positivos, catalasa positivos y el diamino ácido en el
peptidoglicano es la L-lisina. El género Staphylococcus posee alrededor de 30 especies, de las
cuales destacaremos S. aureus, S. saprophyticus y S. epidermidis.
Morfología
La pared celular esta compuesta por una gruesa capa de peptidoglicano. Se trata de un
polímero polisacárido compuesto por cadenas con uniones de tipo β (1-4) no ramificadas,
que contienen subunidades alternantes de ácido N-acetil murámico y N-acetil glucosamina.
Las cadenas laterales de pentapéptidos se hallan conectadas al residuo de ácido murámico y
tienen unión cruzada por un puente pentaglicina fijado a la L-lisina de una cadena y la Dalanina
de la otra cadena. El polímero polisacárido básico se halla también en muchos otros
microorganismos, mientras la cadena de unión cruzada de pentaglicina parece ser específica
de S. aureus. Tiene como función mantener la rigidez de la pared bacteriana y su resistencia
osmótica. En la patogenia coadyuvaría al desencadenamiento de la inflamación por activación
del complemento, es capaz de atraer leucocitos polimorfonucleares (PMN), estimula la
producción de anticuerpos opsonizantes y tiene actividad similar a las endotoxinas de Gram
negativos. El otro componente mayor de la pared son los ácidos teicoicos, que constituyen
alrededor del 40% del peso de la pared. Estos ácidos son polímeros de glicerol o ribitol fosfato,
azúcares y algunas veces, D-alanina. Están unidos en forma covalente al peptidoglicano.
Cuando están unidos a la membrana citoplasmática se les llama ácidos lipoteicoicos. S. aureus
posee predominantemente ácidos de ribitol fosfato, mientras que en los estafilococos coagulasa
negativos estos son de glicerol fosfato.
La presencia de cápsula es variable pero es importante a nivel patogénico, ya que tiene
propiedades antifagocíticas. Las cepas de S. aureus que poseen cápsula son más virulentas en
modelos animales. No es claro que la cápsula de S. aureus juegue un papel importante en la
adherencia. Lo que si se conoce es que la adherencia de este germen a la válvulas cardíacas y
cuerpos extraños esta mediada, en parte, por receptores de fibronectina en su superficie. La
fibronectina es una glicoproteína importante en varias funciones de adherencia. Las cepas
de S. aureus, que muestran grandes cantidades de receptores para la fibronectina, parecen ser
más invasivas y más hábiles para adherirse. Además S. aureus puede presentar en su superficie
receptores para el colágeno.
La pared celular de S. aureus posee una proteína característica llamada proteína A. Esta
tiene la habilidad de unirse a la porción Fc de las moléculas de inmunoglobulina G (IgG),
y por tanto funciona como factor de virulencia, ya que interfiere con la opsonización y la
ingestión de los microorganismos por los PMN, activando el complemento y dando lugar a
reacciones de hipersensibilidad inmediata y tardía. Esta proteína es inmunogénica y se hallan
anticuerpos contra ella en sujetos con infecciones graves por S. aureus.